La Coronilla de la Divina Misericordia

La coronilla de la Divina Misericordia es rezada, usando un Rosario común, de cinco decenas. La coronilla de la Divina Misericordia es precedida por dos oraciones de apertura, del diario de Santa Faustina y seguida por una oración final.

Cruz: haga la Señal de la Cruz
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

En la cuenta grande: Inicio (2 opcional Oraciones)
Expiraste Jesús, pero la fuente de la vida brotó para las almas y un océano de misericordia se abrió para el mundo entero. Oh Fuente de Vida, Misericordia Divina inagotable, envuelve a todo el mundo y vacíate sobre nosotros.
Oh Sangre y Agua que brotaron del Corazón de Jesús como una fuente de Misericordia para nosotros, Jesús en ti confío.

1. Cuenta pequeña: Padre Nuestro
Padre Nuestro que estás en los Cielos, santificado sea Tú Nombre, venga a nosotros Tú Reino, hágase Tú Voluntad así en la Tierra como en el Cielo.
Danos hoy el pan de cada día, perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.

2. Cuenta pequeña: Ave María
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

3. Cuenta pequeña: Credo
Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra y en Jesucristo, su único Hijo, Señor Nuestro, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María la Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos y resucitó al tercer día, subió a los cielos, donde está sentado a la derecha del Padre y desde ahí vendrá con Gloria a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y en la vida eterna. Amén

En las cinco cuentas grandes de cada decena:
Padre Eterno, te ofrezco el cuerpo, sangre, alma y divinidad de Tú Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.

En las 10 cuentas pequeñas de cada decena:
Por su dolorosa pasión, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero.

Terminar con Santo Dios (Repetir 3 veces)
(Donde normalmente rezamos el “Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo…”)
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.

Oración final (opcional)
Eterno Dios, en quién la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, Míranos compasivamente y aumenta tu misericordia en nosotros. Que en los momentos difíciles, no nos desesperemos, ni nos desalentemos, pero con gran confianza, nos sometamos a tu Santa Voluntad, que es el amor y la misericordia en sí misma. Amén.